Tommy Taylor es considerado por aquellos que lo vieron jugar, como el mejor centro-delantero que alguna vez representó al Manchester United y a Inglaterra.
Fue el mejor colocador de balones de su época, con control y pases de primera vez inmaculados, y acopios de goles para su equipo y su país extraordinarios. De hecho, fue tan bueno que el gran Alfredo Di Stefano del Real Madrid lo apodó 'el Magnífico'.
Con frecuencia se piensa que Taylor fue un Busby Babe. Aunque perteneció al equipo de jóvenes jugadores de Matt Busby, no era nativo de la ciudad, sino que fue traído desde el Barnsley por £29.999 en marzo de 1953 - una cifra que fue acordada para que Taylor no cargara sobre sus hombros el peso de ser conocido como un jugador de £30.000 – la libra sobrante se la dieron a una servidora de té.
El camino de el gran nativo de Yorkshire hasta el Old Trafford fue
poco común, si se mira con ojos modernos. A la edad de 14 años trabajaba en la mina Warncliffe Colliery, un trabajo que abandonó para comenzar su carrera como futbolista profesional con el Barnsley FC.
A los 18 años comenzó dos años de servicio nacional, y el 25 de mayo de 1950 se convirtió oficialmente en el cañonero Taylor 22366853, asignado a Oswestry con el Cuerpo de Artillería Real.
En 1953, el United llegaba al fin de una era, con Matt Busby y Jimmy Murphy en la búsqueda de un nuevo
delantero central. Taylor satisfacía los requerimientos, y una vez firmado no tardó en justificar la fe puesta en él. En 189 apariciones con el United anotó 131 goles, y su efectividad como anotador de un gol cada dos o tres partidos permanece imbatible.
Ganó medallas del campeonato en 1956 (en el que anotó 34 goles en juegos de la 19 partidos internacionales en representación de Inglaterra.
Trágicamente, el 6 de febrero de 1958, junto con siete de sus compañeros de equipo, Tommy perdió la vida en el accidente aéreo de Munich. Con el mundo a sus pies, su futuro fue truncado a la edad de apenas 26 años, lo que dejó en la mente de muchos la reflexión de qué tan bueno hubiera llegado a ser.