En el marco del sexagésimo aniversario de la catástrofe aérea de Múnich, el Manchester United se reunirá la tarde del martes para rendir homenaje a todas aquellas personas que fueron afectadas por el trágico acontecimiento.
«El día de la catástrofe aérea de Múnich, estaba en la biblioteca estudiando para mis exámenes“, recordó Sir Alex. «Solía entrenar dos o tres noches a la semana con el Queen's Park, así que cuando terminé mis tareas me dirigí al campo de entrenamiento. Cuando llegué, la gente lloraba. Me refiero a hombres adultos. Había una gran tristeza en el vestuario, a tal grado que esa noche se canceló el entrenamiento.
«Fue una época muy emocional para todos los aficionados al fútbol. Estoy seguro de que todos los ciudadanos de Mánchester sintieron lo mismo, y como Matt Busby tenía una gran resonancia en Escocia, allá también se conmovieron profundamente.
«Matt nunca me habló de Múnich, pero sí de Duncan Edwards, David Pegg, Eddie Colman y de todos los chicos que fallecieron».
«Poco tiempo después, no solo destacaba el hecho de que Matt Busby fuera el entrenador, llamaba la atención que los Busby Babes hubieran llegado repentinamente a las semifinales de la Copa de Europa contra el Real Madrid. Además, en su primera experiencia en Europa, hicieron un papel digno y su actuación fue absolutamente brillante.
«La filosofía y la ideología de producir jugadores canteranos para jugar en el Manchester United era algo nuevo en aquella época. El equipo que ganó la final de la FA Cup de 1948 era maduro, no incluía jóvenes, pero siete años más tarde Matt y Jimmy Murphy tenían una formación en la que todos estos jovencitos jugaban juntos. Hace falta mucho valor para hacerlo. En la industria del fútbol, los resultados prevalecen sobre todo lo demás, y por esa razón, la mayoría de los directores técnicos dependen de su primer equipo para mantener su trabajo y lo hacen sin escrúpulo alguno. Es una realidad. Construir un club de fútbol con jóvenes requiere mayor valor, pero, en realidad, es lo que hay que hacer, porque una vez que se ha sentado la base del equipo, puedes depender de ella durante varios años.
«Matt nunca me habló de Múnich, pero sí de Duncan Edwards, David Pegg, Eddie Colman y de todos los chicos que fallecieron. El que sí hablaba mucho al respecto era Jimmy Murphy. Jimmy hizo algo de trabajo de scouting para mí y siempre habló abiertamente sobre los Babes. Al final de la plática, siempre se le llenaban los ojos de lágrimas porque era una persona muy sensible.
«Mientras trabajé como director técnico, los Babes siempre fueron un punto de referencia para nosotros, en cuanto a creer y confiar en lo que los jóvenes pueden hacer».
«Los Babes le dan un romanticismo tan fantástico a este club, en términos de cómo jugaban al fútbol y de cómo se inculcó la filosofía canterana en el club. Todos estos jóvenes crean el espíritu del club, y eso comenzó en aquella época».