Anoche, Manchester United no solo volvió a ganar en París, sino que lo hizo jugando incluso mejor que la última vez.
Tras un arranque de temporada difícil —el equipo cayó dos veces en condición de local por Premier League—, pocos pensaban que el Parque de los Príncipes viviría una nueva conquista de los hombres de Ole Gunnar Solskjaer.
El 6-1 ante Tottenham Hotspur dejó en evidencia errores insólitos, que solo pueden tener lugar en una tarde para el olvido, pero también planteó cuestiones que tanto jugadores como cuerpo técnico tuvieron que evaluar de cara al debut por Champions League.
Por este motivo, los Red Devils aprovecharon el break internacional y la llegada de nuevos refuerzos para armarse de confianza, dejar todo en los entrenamientos y limpiar el nombre del club, que había sufrido una mancha difícil de borrar en solo dos semanas.
En la previa ante Newcastle United, Ole recibió una infinidad de críticas por el once que había escogido para jugar en St James’ Park —sí, el partido ni siquiera había empezado y la gente ya lo estaba liquidando—. Pero, una vez más, el noruego supo hacerse fuerte ante la adversidad para sumar un gran triunfo como visitante.
Aquel encuentro fue una suerte de prueba de fuego para el plantel, que tenía la obligación de dar vuelta la página lo antes posible. Pero el choque ante Paris Saint-Germain sería más decisivo aún, debido al contexto del momento y al tan ansiado retorno a la Champions League.
Con esto en mente, Manchester United viajó a Francia inundado de un espíritu competitivo enorme, que supo trasladar al campo de juego con una convicción pocas veces vista en lo que va de la temporada.
David De Gea —elegido como el mejor del partido—, Axel Tuanzebe, Aaron Wan-Bissaka, Scott McTominay, Fred, Bruno Fernandes, Marcus Rashford. Todos, absolutamente todos tuvieron una noche notable, ya que no solo pudieron neutralizar los ataques de Neymar y compañía, sino que lograron mantener el control en todos los sectores de la cancha, jugando incluso mejor que en la vuelta de 2019.
Asimismo, Solskjaer expuso sus mejores cualidades como director técnico, planteando el encuentro con una seriedad crucial. No por nada terminó siendo elogiado hasta por sus propios dirigidos.
“Fue un gran acierto del entrenador”
, afirmó Rashford tras el pitazo final.
“Este sistema nos permitió expresarnos en ataque y mantenernos firmes en defensa, donde creo que hicimos lo mejor que pudimos. Hoy [ayer] logramos una gran victoria, pero aún tenemos mucho que mejorar”, agregó.
Sin dudas, este es el camino. Por más que el equipo haya sufrido algunos traspiés evitables, las bases del proyecto de Ole están más fuertes que nunca. Por ende, los jugadores deben seguir trabajando para hallar la consistencia deseada y dar el siguiente paso.
Todo es cuestión de actitud y esfuerzo. Este grupo es indomable y puede dar pelea; tiene con qué.
Las opiniones expresadas en este artículo son de la autora y no necesariamente reflejan el punto de vista de Manchester United.