Bélgica avanza a los cuartos de final

Después de que Bélgica venciera 2-1 a Estados Unidos en tiempos extra, en un encuentro catalogado como el mejor del Mundial, el Manchester United cuenta con cuatro representantes en los cuartos de final de la justa mundialista 2014: Marouane Fellaini, Adnan Januzaj, Robin van Persie y Patrice Evra.

Fellaini jugó 120 minutos con la escuadra dirigida por Marc Wilmots, en Salvador, mientras que Januzaj permaneció en la banca. Bélgica se impuso con goles por conducto de Kevin De Bryune y Romelu Lukaku, y ahora se medirá el sábado a Argentina en los cuartos de final.

Bélgica dominó gran parte del frenético y emocionante choque en la Arena Fonte Nova, comenzando con un disparo de Divock Origi al minuto dos de juego que obligó la intervención del portero del Everton, Tim Howard.

El artillero Origi y el volante Eden Hazard incomodaron constantemente a los estadounidenses con su vertiginoso ritmo y velocidad, y Bélgica se mostró especialmente peligroso en el contraataque. En una de estas llegadas, De Bryne, ex compañero de equipo de Hazard en el Chelsea, falló un gol cantado al mandar un disparo por un costado desde una buena posición dentro del área.

Fellaini fue un peligro en las jugadas a balón parado y se impuso físicamente en ambos extremos de la cancha. Al minuto 25, estaba listo para mandar la pelota al fondo de la red, pero Jan Vertonghen se tomó demasiado tiempo para mandar el centro.

La ocasión más clara de los estadounidenses durante los primeros 45 minutos fue un disparo de tres dedos del delantero Clint Dempsey que Thibaut Courtois tapó cómodamente.

Bélgica inició el segundo periodo con mayor ímpetu y atacó constantemente la portería de Tim Howard: Fellaini mandó un disparo sin dirección de larga distancia, Origi le pegó al travesaño con un cabezazo, y Dires Mertens mandó una volea completamente desviada.

Sin embargo, los Estados Unidos se mantuvieron fuertes en el ataque, y un disparo de Graham Zusi fue bloqueado tras una melé en el área chica.

Origi, delantero del Lille, continuó taladrando la defensa de los estadounidenses y obligó a Howard, exguardameta de los Rojos, a hacer otra salvada, mientras que Dempsey ponía a prueba a Courtois en el otro extremo de la cancha.

El suplente Kevin Mirallas dejó ir una ocasión de oro en el minuto 75, cuando, a pase filtrado de Origi, tiró a puerta, y Howard estiró la pierna para desviar con la bota el disparo de su compañero de equipo en el Everton.

Howard y el defensa DaMarcus Beasley literalmente se dedicaron a bloquear todos los disparos de Bélgica, y aunque los estadounidenses lucían visiblemente cansados, se negaban a tirar la toalla. Un cañonazo de Hazard dio en el lateral de la red, y un remate del capitán Vincent Kompany fue contenido por Howard, antes de que Fellaini mandara un testarazo por arriba del travesaño en el tiempo agregado.

El suplente Chris Wondolowski falló un gol cantado para la selección de las barras y las estrellas, que de cualquier manera el abanderado había señalado equivocadamente como posición adelantada. Sorprendentemente terminaba empatado a cero un reñidísimo partido de ida y vuelta, después de 90 minutos.

Sin embargo, esta situación cambió muy pronto. Bélgica tomó la ventaja en el tercer minuto del primer tiempo extra. Lukaku, quien entró por Origi, desbordó por la derecha, centró para De Bruyne, que hizo un recorte dentro del área chica y disparó cruzado a la base del poste izquierdo, venciendo al portero.

Tanto Lukaku como Mirallas tuvieron sendas oportunidades de duplicar la ventaja antes de que el primero alcanzara el pase filtrado de De Bruyne y superara a Howard, que no se merecía perder.

Estados Unidos se creció al castigo y, en los primeros minutos del segundo tiempo extra, el suplente Julian Green, a pase filtrado de Michael Bradley, venció de volea a Courtois, convirtiendo los minutos finales en una verdadera batalla campal.

Aunque Howard todavía hizo una enésima salvada, y Courtois frustró un intento de Dempsey, la balanza se inclinó, finalmente, hacia el lado de los belgas, y la escuadra de Jürgen Klinsmann tuvo que decir adiós a la Copa Mundial.