UTD Unscripted: Valencia y su amor por el club

Me crié con mis padres y seis hermanos y hermanas en una pequeña casa de madera en Lago Agrio. Muy humilde. Era una casa llena de alegría, pero sabíamos que la realidad afuera era distinta. Fue una niñez dura en el sentido de que no teníamos los recursos para salir adelante. Mi papá y seis hermanos y hermanas lucharon duro llevar comida a casa. Mi mamá también luchó bastante para darnos las cosas que necesitábamos, como comida y educación.

Mi familia y mi pueblo se caracterizan por tener personas trabajadoras con un espíritu luchador. Debido a la industria petrolera local, había trabajo, así que mi papá siempre trabajó, al igual que mis hermanos y hermanas, una vez que tuvieron la edad suficiente. Para ayudar a la familia, yo me unía a mis hermanos a recoger botellas durante varios meses para poder venderlas. Yo también era luchador.

Así es vivir en un pueblo pequeño con gente necesitada: puede ser triste a veces y todos tienen que luchar para tener una vida que apenas alcanza. Cada día fue una lucha para sobrevivir, no fue fácil. Así era.

No me malinterpretes - también hubo momentos alegres y felices, jugando y compartiendo con mis hermanos y hermanas. Fue como una niñez 50/50, por decirlo de alguna manera: la mitad del tiempo era feliz y la otra mitad triste. ¡Pero así es la vida! No todos nacen con la misma suerte.

No todos, por ejemplo, tienen la suerte de tener una enorme cancha de fútbol al frente de sus casas, como yo tuve.

Lago Agrio, el equipo local, jugaba sus partidos allí y no sólo íbamos siempre a ver sus partidos, también jugamos en la cancha cada vez que pudimos. Pasamos prácticamente cada tarde y noche allí, dividiendo el enorme campo de juego para jugar partidos de espacio reducido. Jugábamos partidos de siete contra siete hasta las 10 u 11 de la noche, y la mayoría de las veces nos cortaban la luz o nos obligaban a dejar de jugar o mi mamá llegaba con cintura en la mano, mandándonos de vuelta a casa.

Así que jugamos mucho fútbol y, gracias a Dios, tuve la oportunidad de tener una carrera profesional.

También estoy agradecido de un amigo mío llamado Cabeza.

Cuando yo tenía 14 años, le dije a Cabeza que quería probarme en el Nacional, uno de los clubes más grandes de Ecuador. El Nacional es un equipo con sede en la ciudad capital, Quito, que está a más de 250 kilómetros de Lago Agrio. Cabeza me dijo que estaba bien, él me llevaría, y efectivamente lo hizo, me llevó a Quito. Mi primera prueba fue con la Sub-16 y después de tres sesiones, el entrenador decidió contar conmigo. Me dio mi uniforme y me asignó una cama en un edificio donde los demás jugadores también dormían. Así que fue allí donde mi carrera comenzó de verdad.

Fue allí también donde comencé a tomar conciencia del Manchester United. Comencé a ver sus partidos por la gran presencia de jugadores latinoamericanos que había en el plantel en esa época, como Verón y Forlán. Así que seguí cada vez más los avances del United y veía cómo ganaban trofeos con cada vez más regularidad. Empecé a ver de qué se trataba el club.

Cuando comencé en el fútbol, quería jugar profesionalmente para un equipo en mi país y luego ganarme un lugar en la Selección de Ecuador. Tras alcanzar esos dos objetivos, mi sueño era jugar en Europa.

Luego, tras llegar al Wigan vía España, mi meta era trabajar duro y ojalá un club grande como el United se fijaría en mí.

Cuando pasó, apenas llegué al Manchester United, yo me dije:

Este es mi club

Esta es mi casa

Quiero seguir aquí por muchos años.

Luego, cuando comencé a entrenar, estaba muy nervioso. Cuando vi a todos los jugadores top al lado mío, no me imaginaba durando más de dos años en un equipo de esa calidad.

Durante mis primeros días en el club, Edwin van der Sar me sentó y me dijo: ‘Este es el Manchester United y este es nuestro estilo de juego. Da lo mismo si ganamos o perdemos, al día siguiente tienes que seguir trabajando y entrenando duro. Es un equipo con una mentalidad ganadora’.

Después el entrenador Rene Meulensteen me dijo: “Este es el United y tienes que trabajar duro y tienes que ganar. Este es un club que gana trofeos”.

Yo me dije: “Me gusta como se ve esto. Tengo que trabajar duro y luchar duro”.

Como dije, he sido luchador toda mi vida.

Mi familia tuvo que luchar para salir adelante en Lago Agrio. Tuve que luchar para llegar al Nacional, haciendo dedo para llegar a los entrenamientos. De adolescente, tuve que luchar para tener el dinero suficiente para poder comer.

Luchar no es problema.

Así que lo hice. Seguí trabajando, seguí entrenando duro y pude ver como mejoraba, con cada día, con cada partido. De a poco me estaba acostumbrando a la vida en este club de mentalidad ganadora.

Yo me dije: “¡Voy quedarme un rato más y firmar otro contrato!”

Aquí estoy, casi 10 años después, con tantos recuerdos de mis años aquí. Pienso en todos los trofeos que he ganado con el equipo, todos los grandes partidos que remontamos y ganamos. Son momentos que estarán siempre en mi corazón y mi cabeza.

Podría ser extraño para algunos, pero un partido que realmente me marcó fue uno de Champions League ante el Bayern Munich. Fue en Old Trafford durante mi primera temporada en el club y perdimos la ida 2-1, por lo que sabíamos que había que ganar. Sin embargo, el ánimo dentro del vestuario me dejó tan marcado que el partido mismo.

Me acuerdo que Rio y Patrice nos estaban alentando, diciendo: “Tenemos que ganar este partido para nuestros hinchas, para nuestras familias”. Después pasamos 40 minutos preparándonos, haciendo la calentura previa, vistiéndonos, y después saltamos a la cancha y se notó que todos estábamos de ánimo y totalmente enfocados.

Así que nos pusimos arriba 2-0 dentro de los primeros 10 minutos, después 3-0 justo antes del entretiempo. Tuve dos asistencias, jugué uno de mis mejores partidos con el United y todo el equipo jugó increíble, dentro de una atmósfera maravillosa. De alguna manera no logramos avanzar porque el Bayern marcó dos goles y pasó a la siguiente fase por los goles de visitante, pero ese partido siempre estará en mi corazón.

Por supuesto no ganamos siempre y las cosas no siempre resultaron. También he vivido momentos duros y difíciles, pero me dieron cosas positivas.

En mi segunda temporada, me rompí la pierna ante Rangers en la Champions League. Una lesión grave.

Me operaron y apenas dos días más tarde ya estaba en casa descansando.

Sonó el timbre.

Mi pareja abrió la puerta y ahí estaba Sir Alex Ferguson y un gerente del equipo ofreciéndome todo su apoyo, diciéndome que no me preocupara.

Que estés tranquilo y preocúpate de recuperarte totalmente.

Te estaremos esperando.

Para mí realmente fue una demostración importante de apoyo. Una reacción increíble.

Volví seis meses después y jugué la final de la Champions League.

Fue gracias al trabajo duro, pero realmente debo agradecer a John Davin, el fisioterapeuta del equipo que hizo un trabajo maravilloso. Establecimos un plan de recuperación y entrenamiento. Lo hicimos juntos y creo que el aspecto físico fue muy importante, antes de pasar a trabajar afuera en el campo de juego.

Esos seis meses fueron una locura para mí, pero formé grandes amistades, amistades duraderas, durante ese período. No sólo con John. Pude conocer a muchas personas dentro del club. Yo antes comía todos los días en el club junto a los jugadores, pero pude conocer a todos: los cocineros, el staff de la cocina, incluso la gente que limpiaba los baños.

Muchas veces entrenábamos hasta las cinco o seis de la noche, tras llegar a las nueve de la mañana. Yo era como cualquiera de los trabajadores, así que formamos buenas amistades. Eso me deja triste, ya que estoy a punto de irme, pero siempre llevaré a esas personas en mi corazón.

También es difícil olvidarse de los compañeros de equipo que tuve. Futbolistas grandes como Giggs, Rooney, Scholes, Rio, Vidic, Patrice… me cuesta creer que puedo nombrar a estos jugadores y es imposible identificar a uno como el mejor de todos - así que sólo diré que estoy feliz de haber podido jugar con futbolistas muy inteligentes.

Tengo tantos recuerdos de mi tiempo aquí, además de recuerdos tangibles. ¡Honestamente, mi casa es como un museo del Manchester United! Tengo cosas que tienen mucho valor para mí. Son cosas que representan mi vida y todo el esfuerzo que he hecho. No hay ninguna cantidad de dinero que cambiaría por las cosas que tengo aquí y los recuerdos que tengo. Estas son mis dos cosas favoritas: la primera camiseta que vestí con el Manchester United y la cinta que me dio Jose Mourinho cuando fui capitán por primera vez.

Estas cosas, estos recuerdos, no tienen precio para mí.

Mi corazón, mi cariño siempre estarán con el Manchester United. Siempre seré hincha del club, pero además siempre sentiré cariño por la gente del club y de la ciudad. Mi hija disfrutó 10 años muy felices en Manchester. Ha sido una casa maravillosa.

El equipo y los hinchas estarán en mi corazón. A los hinchas del United: siempre me trataron de maravilla, así que sencillamente quisiera darles las gracias por su apoyo durante este tiempo fantástico que estuve en el club. Espero que sigan disfrutando y apoyando al United y que el equipo siga ganando muchos trofeos en el futuro.

¡Muchas Gracias!