Ronaldo celebrando en Old Trafford.

UTD Unscripted: Ante la presencia de un genio

martes 08 octubre 2019 19:07

A veces te das cuenta que estás ante la presencia de algo especial.

Cuando dejé el Rennes para fichar por el Internazionale en 1998, no sabía casi nada del Inter. Sabía los nombres de algunos jugadores, pero no todos. Me demoré poco en darme cuenta de lo bueno que era el equipo.

Tenía 20 años y en ese momento te fijas en los otros jugadores jóvenes que están saliendo: Andrea Pirlo, Álvaro Recoba, Cristiano Zanetti, Sebastian Frey, Nicola Ventola, Zoumana Camara y Ousmane Dabo, mi mejor amigo, y eran todos increíbles. Después te fijas en los veteranos…

Roberto Baggio, Giuseppe Bergomi, Diego Simeone, Javier Zanetti, Paulo Sousa, Taribo West, Youri Djorkaeff, Aaron Winter, Kanu, Iván Zamorano. Hubo otros también. Pero entre todos esos jugadores fantásticos, uno sobresalía…

Ronaldo.

Il Fenómeno.

Ese tipo sí era especial.

El Inter había ganado la Copa UEFA la temporada anterior a mi llegada y era favorito para ganar la Champions League de 1998/99. Creo que esto era gracias en gran parte a Ronaldo.

Justamente debuté con el Inter en el primer partido de la fase de grupos de la Champions League. Entré como suplente en el entretiempo de nuestra visita al Real Madrid porque Salvatore Fresi había sido expulsado. No tuve demasiado tiempo para pensarlo. Sólo ingresé al partido y si bien terminamos perdiendo 2-0, lo disfruté muchísimo. El partido se jugó en Sevilla porque hubo un problema en el Bernabéu en ese momento, pero qué gran experiencia.

Después, empecé a jugar regularmente. Jugábamos con un 3-4-3 o un 3-5-2 y no había nadie más que jugaba de lateral izquierdo. Era un puesto muy retrasado, pero así era todos los días en los entrenamientos del Inter.

Llegando de un club como el Rennes, el cambio de nivel en los entrenamientos era impresionante. Había que aprender rápidamente, porque era la única manera de sobrevivir. Había que bajar la cabeza, ser cauteloso con las palabras y aprender inmediatamente. Yo sabía que en cualquier momento, si no estaba rindiendo, podría llegar otra persona para reemplazarme.

La mejor manera de aprender era entrenar todos los días con esos tipos. Pero enfrentar a Ronaldo en los entrenamientos… wow. Es lo único que puedo decir.

Casi quieres dar un paso al lado y mirarlo. Cada día inventaba dribles y movimientos, colocándose en posiciones que parecían imposibles, pero lo hacía. Era tan natural y tan simple para él. Lo impresionante era la velocidad de sus movimientos. Su velocidad con y sin el balón es algo que jamás había enfrentando y nunca volví a enfrentar. Yo era rápido, lo que está ben, pero generalmente cuando estás marcando a un delantero y él tiene el balón, normalmente te sientes capaz de alcanzarlo con tu velocidad. Pero Ronny siempre era más rápido, más veloz, aún con el balón en los pies.

En los mismos partidos, estás feliz de tenerlo en tu equipo. Cuando juegas un partido con Ronaldo en tu equipo, se siente como si fueran 12 contra 11. Cuando él está en forma, nueve veces de 10 vas a ganar el partido. Es la sensación que tienes aún antes del inicio del partido.

A pesar de caer ante el Real Madrid, pasamos la fase de grupos y quedamos sorteados con el United en cuartos de final. Esa fue mi primera experiencia en Old Trafford. No creo que paró de llover durante todo el tiempo que estuvimos allí, así que mi primera impresión de Manchester no fue la mejor - ¡de ninguna manera pensaba que iba a fichar por el United a finales de ese mismo año! Ronaldo estaba lesionado y se perdió el partido en Old Trafford, y yo vi todo el encuentro desde el banco de suplentes. Tras perder 2-0 en la ida, fui titular en la vuelta de San Siro. Ronaldo también.

Yo estaba enfrentando a Becks. Antes de la primera vuelta, no sabía nada especial de él porque en ese momento no mirábamos muchos videos para analizar al rival. Pero me acuerdo que lo observé desde el banco, mirando sus dos asistencias para Yorkie. Me dije: “Ok, parece que tiene un muy bien pie derecho. ¡Voy a tener que seguirlo de cerca!”

Empatamos 1-1 en Milán, quedamos eliminados y apoyé al United en la final porque ellos nos habían derrotado. Pocos meses después, cuando tuve la oportunidad de unirme al Liverpool o al United, fue una decisión fácil. Curiosamente, debuté ante el Liverpool y ganamos y fue el comienzo de nueve años increíbles en Old Trafford.

Vídeo
Revive nuestro enfrentamiento con el Inter de Ronaldo y Silvestre en la Champions League de 1999.

Una de las cosas que me impactó cuando llegué al Manchester era lo poco que se celebraban los triunfos. Antes, jugando en Francia e Italia, mis equipos celebraban cualquier triunfo como si fuera algo importante. En el United, ganábamos un partido tras otro pero jamás hubo celebraciones en el vestuario. Sólo hubo apretones de manos entre los compañeros y nada más. A pensar en el próximo rival.

Estos tipos odiaban perder. El odio por las derrotas era más fuerte que la felicidad por los triunfos. Yo también me convertí en un mal perdedor. Así que me cargó cuando el Real Madrid nos derrotó en cuartos de final de la Champions League en 2003. Ahora me doy cuenta que era de uno de mis mejores recuerdos con el United, pero en el momento lo odiaba.

Podríamos haberlo hecho mejor en algunas áreas, pero a lo largo de los dos parotids hay que reconocer que ellos fueron superiores a nosotros.

Era la época de los Galácticos. Por donde mirabas, ellos tenían jugadores de clase mundial.

En el primer partido, nos enfrentamos a Ronaldo y Raúl. (Lindo desafío, ¿no?).

Raúl fue la estrella esa noche al anotar dos goles y perdimos 3-1, pero mi principal recuerdo de la serie es la vuelta en Old Trafford. Hubo una atmósfera eléctrica. Fue un partido muy emocionante, enfrentando a los mejores jugadores del mundo, frente a un lleno total en Old Trafford, en una noche a mediados de semana.

Es el tipo de partido que quieres jugar todos los días. Sabes que te estás enfrentando a lo mejor de lo mejor, pero quieres saborearlo. Va a ser difícil, es inevitable, pero también sabes que trabajaste durante toda la vida preparándote para este momento. Tienes tu plan de juego, a ver si resulta.

Esa vez no estaba Raúl.

Pero ellos aún tenían a Ronaldo, sin embargo.

UTD Unscripted
Mikael Silvestre sobre Ronaldo afirma

"Empezaron a sonar algunos aplausos, después más, y de repente todos los aficionados aplaudían... Una ovación para un jugador rival. Es un gesto increíble".

Yo estaba en defensa central con Rio. Obviamente, ya había enfrentado a Ronaldo. Él llevaba algunos años sufriendo diversos problemas físicos. Nada de eso importó.

Yo sabía que no podía barrer al piso, sobre todo ante Ronny. Tienes que reaccionar. Si vas al piso, él irá en la dirección contraria y es tan rápido que es imposible recuperarse. Hay que cubrir el espacio. Con él, eso es mucho más importante. Si pierdes, vas a quedar uno contra uno, así que vas a llamar a los otros defensores para que te cubran.

Él te va a mandar a donde quiera. Su claridad, sus cambios de dirección, todo era de primer nivel. Ante cualquier delantero, tienes que llegar temprano para hacer el marcaje, porque apenas tengan cualquier ímpetu, te quedas en desventaja. Los defensores pueden anticipar, pero la mayoría de las veces se trata de reaccionar. Puedes decir: ‘Ok, lo voy a llevar al lado izquierdo, lo voy a llevar al lado derecho,’ pero a jugadores como él… ¡les da lo mismo!

Ronny siempre tenía un truco bajo la manga. Por eso era tan especial porque la mayoría de los delanteros tienen dos o tres jugadas que dominan a la perfección, pero Ronaldo tenía 10, tal vez 15.

Su mejor atributo era su habilidad para rematar en cosa de instantes. Sobre todo en el Mundial de 2002, anotó goles con la punta del pie. Ya se sabía que físicamente estaba un poco disminuido, pero igual encontraba los ángulos y su velocidad le permitía rematar antes de que podían reaccionar los defensores. Para mí, por eso era superior a cualquier otro delantero.

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En la primera mitad en Old Trafford, él abrió la cuenta. Remató tempranamente, pilló mal parados a todos.

En el segundo gol, el Real mantuvo el balón por tanto tiempo y él sólo lo tuvo que empujar a las redes. Por lo general sufrimos mucho en Europa porque el fútbol inglés es de mucho ritmo. No hay descansos. En la Champions League, particularmente los equipos de España o Italia, ellos han dominado las diferencias entre el ritmo rápido y ritmo lento. Lo malo para nosotros era que nos frustrábamos durante los momentos de ritmo lento y realmente era difícil para nosotros adaptarnos. Ante un rival de esa calidad, te van a castigar.

Zidane, Figo, Makelele, Guti, Roberto Carlos, Ronaldo… no nos dejaban tener el balón y después golpeaban.

Seguimos respondiendo a los golpes y el marcador estaba 2-2, pero después Ronaldo tomó el balón y encaró hacia el gol y sacó un zapatazo de larga distancia. Hat-trick. Era tan decepcionante, tan frustrante, porque se nos estaba acabando el tiempo y estábamos quedando fuera de la competencia.

Si bien seguimos adelante - al final ganamos 4-3 - creo que el Real sabía que Ronaldo había cumplido su trabajo y fue reemplazaron sobre el final del partido.

Mientras abandonaba el campo de juego, empezaron a sonar algunos aplausos, después más, y de repente todos los aficionados aplaudían.

Por supuesto, yo no aplaudí. Estaba demasiado enojado. Como dije, ¡soy un mal perdedor!

Fue una gran sorpresa, por supuesto, porque el público de Old Trafford - cada persona - estaba de pie, aplaudiendo a un rival. Una ovación para un jugador rival. Si te pones en pensar, es un gesto increíble.

Estás allí parado, escuchas la reacción de la gente y, aún en esas circunstancias, en ese momento piensas:

Sí, aquí hemos visto algo especial.

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