Agónica victoria en Old Trafford

Bajo las luces de un Old Trafford casi completo, los hinchas de Manchester United no dudaron en asistir a un encuentro no menor para alentar a su equipo como de costumbre.

Sus voces se hicieron escuchar más de lo habitual gracias al trabajo de The Red Army, un grupo de fanáticos independientes que busca mejorar la atmósfera del “Teatro de los Sueños” para que vuelva a ser lo que era años atrás, cuando el fútbol moderno todavía no había invadido los estadios ingleses.

Su incondicional apoyo le brindó un condimento extra al partido, ya que ayudó a los jugadores a encontrar el impulso necesario para ganar el encuentro, sobre todo durante la tanda de penales.

En el primer tiempo, los de Ole Gunnar Solskjaer presionaron al rival tal y como lo habían hecho ante Astana, pero volvieron a dejarse llevar por los mismos errores que demoraron el triunfo por Europa League.

Tahith Chong y Mason Greenwood se mantuvieron bien arriba, mientras que Pereira y Pogba colaboraron con ingresos dentro de la zona de gestación. De todas formas, la falta de precisión demoró la llegada del 1-0, que arribaría a mediados del complemento.

El segundo tiempo mantuvo la esencia de la primera parte, solo que con una pizca más de ritmo gracias al ingreso de Daniel James, uno de los jugadores clave de la actual campaña. Su presencia aceleró la ofensiva de un equipo que no iba a parar hasta abrir el marcador, y alentó el acompañamiento de sus compañeros, por lo que Rochdale no tuvo más opción que defenderse con todos sus hombres.

El empuje de Manchester United derivó en el tan esperado gol de Greenwood, que encontró el hueco ideal para meterse en el área desde el sector derecho y liquidar al arquero Sánchez.

La reacción de todo Old Trafford reflejó un desahogo lógico que también se vio manifestado en el festejo de los jugadores, por lo que la victoria parcial trajo sonrisas en cada rincón del estadio.

Sin embargo, los visitantes no iban a dejarse doblegar tan fácil. Entonados por el aliento de su gente, no dudaron en aprovechar por lo menos un error del rival para ponerse a tiro y sembrar la incertidumbre.

El empate llegó tras una equivocación de Andreas Pereira, que no pudo retener al ambicioso Luke Matheson, uno de los jugadores más destacados del partido. El juvenil de 16 años sacó un remate certero para poner el 1-1 y despertar el delirio de todo Rochdale, que no podía creer lo que estaba viviendo.

El final de los 90 minutos le abrió la puerta a una definición desde los doce pasos no deseada por nadie, la cual avivó una serie de sentimientos encontrados entre los hinchas, donde algunos optaron por taparse los ojos y otros simplemente por vivir la experiencia completa.

La tanda empezó pareja, hasta que Sergio Romero dijo presente y se convirtió en héroe una vez más tras atajarle el segundo penal a Jimmy Keohane. Sin dudas, la hazaña que todo Old Trafford estaba esperando.

La definición concluyó de la mejor manera, con James convirtiendo el último penal y llevándose los aplausos de todos los fanáticos que, a modo de alivio, celebraron moderadamente el triunfo que colocó a su equipo en la cuarta ronda de la Copa de la Liga.

Pese a la victoria, Manchester United volvió a exponer ciertas dudas en ataque, sobre todo a la hora de concretar jugadas de peligro. Pogba desperdició varias chaces claras de gol que, de haberlas convertido, habría facilitado la tarea del equipo. Igualmente, la actuación de los juveniles generó un aumento en el fervor de los hinchas que todavía creen que el club puede progresar gracias a la inclusión de futbolistas locales como Greenwood y Chong. Claramente, una idea progresista y justa.

La Carabao Cup retornará a fines de octubre, cuando los dirigidos por Solskajer visiten a Chelsea por la cuarta ronda de la competición.

Las opiniones expresadas en este artículo son de la autora y no necesariamente reflejan el punto de vista de Manchester United.