Incómodo empate en Old Trafford

Tras el triunfazo de mitad de semana ante Real Betis por Europa League, el conjunto de Erik ten Hag tenía la obligación de volver a sumar de a tres esta tarde para terminar de recuperarse de la derrota ante Liverpool.

Sin embargo, una serie de eventos desafortunados frustraron sus planes hoy en Old Trafford, donde solo pudieron sacar un punto ante Southampton antes del receso internacional de marzo.

En el arranque de la primera mitad, Manchester United se hizo con el control de la pelota para tratar de armarse rápidamente en ofensiva. Pese a contar con cinco jugadores de ataque cerca del área rival, el equipo de ten Hag tuvo problemas para encontrar espacios, viéndose superado por la ordenada defensa de Southampton.

Antes de la media hora de partido, el conjunto de Sellés empezó a abrirse camino arriba y, cuando parecía que Lisandro Martínez y compañía tenían todo bajo control, un rebote en el fondo derivó en la jugada más clara del primer tiempo.

A los 23 minutos, Theo Walcott aprovechó un lindo centro por izquierda para conectar un fuerte cabezazo a quemarropa a centímetros del punto de penal, poniendo en riesgo el 0-0 parcial. Por fortuna, David De Gea sacó a relucir sus reflejos para contener este tiro y mantener la valla invicta en un momento difícil del encuentro.

Aunque los intentos del rival hayan cesado tras aquella peligrosa llegada, el partido se volvió un poco más complicado para los Red Devils a los 34 minutos, cuando Casemiro fue expulsado por una dura infracción sobre Carlos Alcaraz. Inicialmente, el árbitro había amonestado al brasileño, pero la intervención del VAR lo llevó a anular esta decisión para sacarle la roja directa.

Sin dudas, un primer tiempo complicado para el dueño de casa, que mostró una cara muy distinta a la vista el pasado jueves en Old Trafford.

En el complemento, Southampton tomó el protagonismo del partido. Aprovechando la superioridad numérica, los visitantes generaron varias situaciones a lo largo de la segunda mitad, complicando al arquero con remates lejanos e incómodos rebotes cerca del área chica.

Más allá de los esfuerzos del equipo de Sellés, los locales lograron mantener el arco en cero gracias a la estabilidad de Raphaël Varane y la fortaleza de Martínez. Sin embargo, los delanteros no pudieron hacer lo propio en ataque, donde solo tuvieron una clara en toda la segunda mitad.

Un empate incómodo, pero relativamente aceptable para Manchester United, que sacó un punto de un partido que podría haber terminado en derrota.

Los hombres de ten Hag volverán a la acción el próximo jueves, cuando visiten a Real Betis en el Estadio Benito Villamarín por el partido de vuelta de los octavos de final de la Europa League.

Las opiniones expresadas en este artículo son de la autora y no necesariamente reflejan el punto de vista de Manchester United.