Del Luto al Éxito

Del Luto al Éxito

Mientras Matt Busby yacía inmóvil en un hospital en Munich, su fiel asistente Jimmy Murphy - quien estuvo ausente del viaje a Belgrado debido a sus funciones como gerente del equipo de Gales - tuvo que recoger los pedazos. Busby le había dicho: "Mantén la bandera ondeando, Jimmy."

Como recuerda el guardameta Harry Gregg en su autobiografía, los jugadores que estaban sanos y salvos necesitaban volver a jugar. Harry escribió: “Eso (jugar al fútbol) evitó que me volviera loco. No perdía ni un instante en ir a los entrenamientos. Esos breves momentos en los que corría, me lanzaba, pateaba balones, discutía y combatía fueron mi válvula de escape”.

El presidente del United, Harold Hardman, estaba totalmente de acuerdo. Apenas 13 días después del accidente, el pospuesto partido decisorio de la quinta ronda de la Copa de la FA contra el Sheffield Wednesday tuvo lugar frente a una multitud de 59.848 aficionados llenos de emoción, y miles más que no pudieron entrar. Debajo de la primera plana ‘ El United sigue adelante’, el mensaje de Hardman en la primera página del United Review (el programa del encuentro) era sencillo pero muy eficaz.

“Aunque llevamos luto por nuestros muertos y nos entristecen nuestros heridos, creemos que nuestros grandes días no terminaron… El Manchester United surgirá de nuevo”.

La lista de jugadores impresa en el United Review estaba desgarradoramente en blanco. Pero Jimmy Murphy había cumplido las instrucciones de su jefe, y pudo reunir de alguna manera un equipo para enfrentar al Sheffield Wednesday. Lo supervivientes del accidente, Gregg y Bill Foulkes, estaban en la alineación junto con las nuevas adquisiciones Ernie Taylor del Blackpool y Stan Crowther del Aston Villa, el equipo que había vencido al United en la final de la Copa de la FA de 1957. Crowther firmó apenas una hora antes del inicio del partido, y se le concedió un permiso especial para jugar dado que ya había tenido apariciones con el Villa en el torneo de la Copa en esa temporada.

El resto del equipo era una mezcla de jugadores junior y de reserva: Ian Greaves, Freddie Goodwin, Ronnie Cope, Colin Webster, Alex Dawson, Stan Pearson y Shay Brennan, quien anotó dos veces en su debut en la victoria 3-0 del United. Brennan continuaría en el equipo y jugaría en la final de la Copa Europea de 1968, diez años después.

Para el defensa central Ronnie Cope, el partido fue una declaración desafiante, una oportunidad de demostrar que no todo estaba perdido. “Perdimos a algunos de los mejores jugadores y también a los más grandes jugadores, pero no perdimos el espíritu - eso fue lo que nos llevó adelante, el espíritu”.

Bañados por las oleadas de buena voluntad hacia ellos, el United se abrió camino hasta el Wembley, en el que enfrentaron a los Bolton Wanderers en la final. El convaleciente Busby estuvo sentado en la banca, y vio a su equipo finalmente agotar su impulso en una derrota 2-0.

Murphy y todo el equipo habían logrado un milagro en haber llegado tan lejos. En las semanas y los meses posteriores al accidente, habían demostrado más allá de toda duda que el United definitivamente seguiría adelante. En la semifinal de la Copa Europea, vencieron al Milan 2-1 en el Old Trafford, antes de una valiente pero clara derrota 4-0 en el San Siro.

Aunque Busby pensó en renunciar - se culpaba equivocadamente de que su propio instinto ambicioso había producido la cadena de sucesos que culminó en la tragedia - su esposa Jean y su hijo Sandy lo convencieron a seguir adelante. Habiendo sido testigos de la creación de grandeza a partir de un futuro incierto, su familia pensó que podía, y que debía, volver a dirigir la mirada al cielo.

Éxitos en el año 68

 El 29 de mayo de 1968, diez años después de la pérdida de los valientes muchachos de Busby en la nieve, la culminación de una noche tensa en el norte de Londres fue la certeza de que Matt había pagado la deuda a su recuerdo.

Muy adecuadamente, la exuberancia de los jóvenes de la ciudad, la fuerza impulsora detrás del sueño de Busby, tuvo un papel protagónico en el triunfo del United en la final de la Copa Europea en el Wembley. Brian Kidd, un joven delantero de Collyhurst, Manchester - en sustitución del lesionado Denis Law - celebró su cumpleaños número 19 con el tercer gol del United en la victoria 4-1 sobre el Benfica.

Otro joven de Collyhurst, Nobby Stiles, se convirtió en uno de los únicos dos jugadores ingleses que han ganado tanto la Copa Europea como la Copa Mundial - el otro fue Bobby Charlton. Siendo un niño, el ídolo de Stiles había sido Eddie Colman; en esa noche, hizo entradas y penetraciones en nombre de todos los Babes. Otro joven jugador de Manchester, John Aston jr., cuyo padre había jugado en el equipo ganador de Busby de la Copa de la FA en 1948, fue el protagonista principal del encuentro.

Al igual que siguen haciéndolo hoy día, el United había llevado al público del Wembley del éxtasis a la desilusión y finalmente de vuelta al éxtasis. Y cuando Busby se desplomó ante los agotados abrazos de Charlton, Foulkes y Brennan, sintió que le habían quitado un peso de los hombros.

“Cuando Bobby (Charlton) tomó la copa, me purifiqué interiormente”, afirmó. “Me quitó el peso de la culpabilidad de haber ido a Europa. En ese momento me sentí reivindicado”.