En 1982, Brasil no ganó la Copa del Mundo, pero armó uno de los equipos más extravagantes de la historia del fútbol.
Tras imponerse con comodidad ante Unión Soviética, Escocia y Nueva Zelanda en fase de grupos y convertir nada más ni nada menos que 10 goles en tres partidos, muchos pensaron que la Selección de Brasil estaba destinada a quedarse con el título.
Tele Santana no solo contaba con hombres como Junior, Toninho Cerezo, Socrates, Falcao, Zico y Eder, sino que había logrado desplegar un fútbol sensacional.
Eder, por ejemplo, era un jugador extraordinario, que tenía una pegada de temer. Asimismo, se había dado el lujo de convertir en los primeros dos encuentros de Brasil.
Desafortunadamente, el formato de tres equipos que componía la siguiente ronda de la copa condujo a los sudamericanos hacia la eliminación pese a haber vencido a Argentina. Más adelante, Italia se las ingenió para dar la sorpresa e imponerse por 3-2 en Barcelona con un hat-trick de Paolo Rossi.
De todas formas, Eder se mantuvo como uno de los favoritos de los que tuvieron la suerte de verlo jugar ese torneo. No por nada terminó transformándose en una verdadera inspiración para Fred en sus comienzos…
En una entrevista para Inside United, el mediocampista habló sobre la escuela que Eder tiene en Brasil: “Es un gran hombre y estoy muy contento de haber sido bendecido con su conocimiento. No estuve mucho tiempo con él, pero creo que allí fue cuando empezó todo. Es una excelente persona”
.
“Brasil es un país muy grande, donde 10 de cada 10 niños quieren ser jugadores de fútbol. Crecí en ese ambiente, con el sueño de convertirme en profesional. Mis padres siempre fueron una gran influencia para mí, ya que me ayudaron con todo. Estoy muy agradecido con mi familia y todos los que me dieron una mano a lo largo de estos años. Hoy, no dudo en mirar hacia atrás y decir que todo valió la pena”, agregó.
Otro de los entrenadores que tuvo Fred fue Fernandao. Su compatriota estuvo presente durante su carrera en Internacional.
El delantero, que pasó por Olympique de Marsella y Toulouse, sufrió un trágico accidente de helicóptero que acabó con su vida a los 36 años.
“El mejor consejo que recibí fue de un director técnico que tristemente falleció hace unos años”
, confesó Fred.
“Me puso en el primer equipo en Internacional cuando recién empezaba mi carrera como profesional. Sabía que me encantaba el fútbol. Después de mi primer partido, se me acercó y me dijo que nunca pierda ese deseo de jugar. Fue el mejor consejo que me dieron en la vida”, concluyó.
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