La magia de los hombres de negro

Con los brazos “en jarra” y el cuello de la camiseta desalineado, el francés era un hombre que no le tenía miedo a nada.

En mi mente, Cantona personificó todo lo que era Manchester United en aquella época, un conjunto poderoso, confiado y muy canchero. Sin embargo, cada gran equipo también suele ser recordado por sus particulares uniformes.

Esa camiseta negra con detalles en dorado, adornada por el sponsor Sharp Viewcam en el centro, fue una de mis favoritas por mucho tiempo.

Por lo tanto, se me hizo imposible no esbozar una sonrisa cuando Bruno Fernandes confesó su favoritismo por el tercer conjunto del club.

En base a su impacto instantáneo y posición, el portugués ha sido comparado con Cantona en varias ocasiones. Por ende, puede que ambos hayan encontrado algo misteriosamente atractivo en el color negro, que tanta inspiración les trae de cara al gol.

Extrañamente, desde que Bruno llegó a Old Trafford, el único partido que ganó el equipo vistiendo esta mencionada camiseta fue ante LASK por Europa League.

Hablando bien y pronto, muchos suelen decir que “el negro nunca pasa de moda”, y es cierto. Las bandas de rock, por ejemplo, siempre vuelven a las clásicas camperas de cuero. Desde Velvet Underground en los ‘60 hasta Arctic Monkeys en la década pasada.

Johnny Cash, uno de los pocos hombres capaces de igualar el estilo de Cantona, incluso lanzó un hit llamado “The Man in Black”, que hablaba sobre un enigmático extranjero que simpatizaba con los oprimidos de la sociedad. Por esas casualidades, ¿te recuerda a algún francés en particular?

Por otra parte, el negro también es comúnmente asociado con el romance y el arte, ya que suele ser utilizado por los poetas más apasionados.

Sin embargo, si tienes una personalidad tan fuerte como la de Eric, puedes darle un significado propio al uso de este color.

Es muy probable que tú, el lector, seas de una generación diferente a la mía y te sientas identificado con el azul que Manchester United vistió al ganar la Copa de Europa de 1968, aquel tono ácido que tenían los números de las camisetas de 1990 o el rosa de París.

Pero, para mí, siempre será el negro. El mismo color que vistió Cantona al completar una contra letal en Bramall Lane y destrozar a Tim Flowers en Southampton. Aunque también sea el mismo que lo vio recibir tres de las cuatro tarjetas rojas que le sacaron en su paso por el club.

Porque el negro también puede ser reflejo de peligro, teniendo en cuenta que suele usarse para algunas señales de advertencia. Y, vamos a ser honestos, todos queremos a un jugador que sea temido por sus rivales.

A modo de cierre, sea cual sea tu camiseta favorita, siempre será querida por el escudo que lleva en ella. Por ende, espero que dentro de 20 años todos estemos aquí hablando del tercer uniforme actual como uno de los que inspiró a Bruno o Marcus Rashford.

Hasta entonces, voy a seguir soñando con Eric. El líder de nuestro equipo de fútbol, el rey, el hombre de negro.

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