El triunfo más esperado

Al igual que el pasado domingo ante Aston Villa, los dirigidos por Ole Gunnar Solskjaer tenían la responsabilidad de hacerse valer en condición de local para encarar el último mes del año de la mejor manera posible. Pero sabían que Tottenham, al encontrarse en una situación relativamente compleja tras lo acontecido en lo que va de la temporada, dejaría todo para mantener la racha que empezó a cosechar desde el arribo de José Mourinho.

Durante el primer tiempo, Manchester United salió a comerse la cancha. Al encarar el partido de esta manera, el 1-0 solo tardó seis minutos en llegar. Jesse Lingard hizo un muy buen trabajo al ganar una pelota importantísima cerca del lateral izquierdo, donde Marcus Rashford se hizo con la posesión de la misma, la dominó en dos pasos y liquidó a Paulo Gazzaniga para darle la victoria parcial a su equipo.

El transcurso de esta mitad mostró el lado más feroz de los Red Devils, que se las ingeniaron para desplegar una ofensiva de temer pese a la ausencia del lesionado Anthony Martial. La actuación de Rashford, posteriormente elegido como el Jugador del Partido, puso a todo Old Trafford de pie, mientras que la influencia de Daniel James también fue reconocida por el público. Ambos se encargaron de romper con la defensa de Spurs en reiteradas oportunidades, al igual que Lingard y Mason Greenwood, dos grandes colaboradores en ataque.

A pesar del notable empuje de los de Solskjaer, Tottenham se armó de suerte para resistir la oleada rival y sacar un empate de la galera. El mago Dele Alli, de buen presente, bajó una pelota perdida en la puerta del área chica y definió a pocos centímetros de David De Gea. Sin dudas, un gol de otro partido.

Los hinchas de Manchester United se agarraban la cabeza, no lo podían creer. El equipo había hecho el mejor primer tiempo de la actual campaña y le acababan de igualar la historia de forma escandalosa. Pero la frustración no los detuvo, ya que mantuvieron su aliento a lo largo de los 90 minutos con cánticos como “Five Cantonas”, un clásico del mes de diciembre, “James will tear you apart” y “You’re my Solskjaer”, en señal de apoyo al DT.

En el complemento, Rashford volvió a aparecer pese al empate parcial dejando en claro por qué suele ser una pieza clave ante los equipos de alto calibre. Moussa Sissoko, que lo venía persiguiendo por la banda izquierda, solo pudo detenerlo con infracción, por lo que el árbitro de turno sancionó penal al instante. Marcus, que se encargó de ejecutarlo, acarició la pelota hacia el fondo de la red para poner el 2-1 final y darle un triunfo importantísimo al club de cara al desarrollo del mes.

El correcto planteo de Ole, que se la jugó manteniendo la línea de cuatro con Aaron Wan-Bissaka por derecha y Ashley Young por izquierda, rindió sus frutos al fin y al cabo. Cuando se obtiene el resultado deseado, siempre es fácil elogiar al entrenador y a sus dirigidos, pero la forma en la cual Manchester United salió a la cancha merece más que un simple reconocimiento, porque lo hizo con la mentalidad justa enorgulleciendo a las más de 70 mil personas que presenciaron esta tan deseada victoria.

Rashford se quedó con el premio al Jugador del Partido, pero no fue el único que defendió la camiseta del club con uñas y dientes. Scott McTominay, que volvía al once titular tras una lesión, se calzó los botines como si nada hubiese pasado y se plantó en el mediocampo como un verdadero líder, ¡y solo tiene 22 años! Asimismo, su regreso potenció la actuación de un Fred que parecía incómodo pero terminó jugando uno de los mejores encuentros desde su arribo a Old Trafford.

Con tres puntos de oro en el bolsillo, Manchester United achicó levemente la brecha por el campeonato local y buscará acortarla aún más este sábado cuando visite a Manchester City en el derby de la ciudad.

Las opiniones expresadas en este artículo son de la autora y no necesariamente reflejan el punto de vista de Manchester United.