Clase. Dentro y fuera del campo. Es, sin duda, la mejor manera de resumir en una sola palabra a Michael.
Clase en cada minuto de su fútbol, haciendo fácil lo difícil. Entendiendo el juego, tomando las decisiones correctas, mirando siempre hacia delante.
Es una bendición jugar con Michael porque sabes que te va a encontrar. Sólo tienes que moverte para buscar una línea de pase, el resto está en sus manos. Mejor dicho, en sus pies, y en su cabeza.
Es una bendición jugar con Michael porque sabes que te va a encontrar. Sólo tienes que moverte para buscar una línea de pase, el resto está en sus manos. Mejor dicho, en sus pies, y en su cabeza.
Michael es el ejemplo perfecto de que al fútbol no sólo se juega con el físico, sino también con la cabeza. Pensando, interpretando, analizando, así juega al fútbol nuestro número 16.
Sin duda es uno de los mejores mediocentros de su generación, aunque por momentos haya sido infravalorado (nunca por sus compañeros y colegas de profesión, pues al que le gusta el fútbol le gusta Carrick).
Como capitán siempre ha liderado desde el ejemplo, sin necesidad de alzar la voz pero con palabras llenas de sentido común, pasión y experiencia.
Todo el mundo respeta a Michael, por su trayectoria intachable y por su forma de ser. Muchas gracias por todo, amigo, y mucha suerte en tu nueva etapa. ¡Yo jugué con Michael Carrick!
Que tengáis una buena semana.
Abrazos,
Juan
Que tengáis una buena semana.
Abrazos,
Juan