El surgimiento de un gran talento

Créase o no, el holandés se enamoró de este deporte cuando solo tenía cuatro años.

Su padre André lo llevó a la cancha por primera vez en agosto de 2001 y, tras presenciar un partido entre Ajax y Celtic, el pequeño Donny tomó una decisión que lo cambiaría para siempre.

“Al igual que muchos niños, solo quería convertirme en futbolista profesional, por eso le dije a mi padre que quería jugar en Ajax. Al principio, se rió un poco de mí, pero luego me dio todo su apoyo”, explicó.

“Empecé a decirle a todos que en algún momento me verían jugar allí. Creo que es muy divertido recordar estas cosas”, agregó.

Más adelante, Donny y su hermano Rody se unieron al Veensche Boys de Nijkerkerveen, donde Harm Grevink encontró la oportunidad perfecta para observar de cerca a un joven, pero sorprendente talento.

“Él me llevó a Ajax y me ayudó a entrenar durante las vacaciones. Es una persona muy especial para mí, ya que aprendí mucho a su lado”, confesó.

“[Hace poco] me dijo que estaba muy orgulloso de mí y que quería que me vaya bien en Manchester United”, añadió.

Al recordar parte de su pasado, el mediocampista de 23 años admitió que el trabajo duro, la perseverancia y la confianza fueron parte importante de su desarrollo como profesional.

“Tuve muchos altibajos. Cuando era chico, vivía en un pueblo pequeño, que se encontraba a varios kilómetros de Ámsterdam. Por ende, tenía que atravesar un largo camino para llegar hasta allí. Los días se me hacían interminables, porque también tenía que ir a la escuela. De todas formas, estas experiencias me ayudaron a crecer y ser más fuerte”, declaró.

A modo de cierre, Donny habló sobre sus aspiraciones.

“Confío mucho en mí mismo, por eso siempre trato de trabajar duro para mejorar constantemente. Acabo de dar un gran paso en mi carrera, pero ahora deseo ayudar al equipo a ganar títulos. Iremos por todo”, concluyó.

Descarga la App Oficial de Manchester United y descubre contenido exclusivo.