Empate sin goles en el Molineux

Tal y como se esperaba en la previa, el partido de esta noche representaría un dolor de cabeza para ambos equipos debido al agotamiento causado por el ajustado fixture de diciembre, que obligó a los entrenadores a salir con un mix de titulares y suplentes para evitar futuras lesiones e inconvenientes no deseados. Por ende, esta situación no tardó en verse reflejada en el campo de juego, donde ninguno pudo desplegar su fútbol con la regularidad de siempre.

En el inicio, los Red Devils arrancaron el encuentro bien parados en el césped, con Andreas Pereira, Daniel James y Mason Greenwood bastante movedizos por el sector izquierdo. Sin embargo, se los vio molestos ante el avance de los locales, que empezaron a animarse a salir poco a poco mediante algunos tiros de esquina peligrosos.

Antes de que se cumpla la media hora de partido, Sergio Romero se llevó todas las miradas al atajar una pelota difícil, que más tarde se convertiría en la más clara del primer tiempo.

El desarrollo de este duelo reveló la incomodidad de ambos equipos en la zona de gestación, ya que ninguno halló el momento indicado para moverse con facilidad y acercarse al área rival con ideas claras y concisas. Por consiguiente, lo único que pudo vislumbrarse en los 45 minutos iniciales fue la imprecisión de dos conjuntos que no quisieron arriesgar mucho y terminaron limitándose a pases largos sin destino y transiciones ciertamente desordenadas.

La llegada del complemento le cambió la cara al partido, que se volvió mucho más entretenido para los espectadores.

El avance de Wolves, impulsado por el ingreso de Raúl Jiménez, le brindó un poco más de movimiento a los de Nuno Espírito Santo, que hasta ese entonces no habían encontrado el empuje necesario en ataque. De todas formas, Manchester United no se quedó atrás y se generó dos oportunidades de gol muy claras. La primera tuvo como protagonista a Juan Mata, que aprovechó un tiro libre para tratar de sorprender al arquero, y la segunda despertó la atención de toda la defensa rival, cuando Marcus Rashford, a segundos de completar su arribo a la cancha, reventó el travesaño de John Ruddy con un buen remate pinchado.

Sobre el cierre, Matt Doherty y Jiménez se convirtieron en protagonistas de un encuentro chato debido a las aproximaciones que se originaron alrededor del área defendida por Romero. Sin embargo, ninguno de los dos pudo abrir un marcador destinado a terminar en cero.

Este resultado obligará a ambos equipos a definir el pase a la cuarta ronda de la FA Cup nada más ni nada menos que en Old Trafford, donde Manchester United tendrá que defender la localía jugando con más agresividad y determinación que como lo hizo esta noche en el Molineux.

Pese a los comentarios que puedan surgir tras otra actuación dubitativa de los Red Devils, no es difícil rescatar algunos puntos positivos luego de la igualdad ante Wolves, como la valla invicta de Romero, la buena actuación del juvenil Tahith Chong y el retorno tardío de Diogo Dalot.

En momentos como los que se están viviendo hoy en día, donde cada empate o derrota es un mazazo sobre la cabeza del DT y los futbolistas, solo habría que gastar fuerzas para alentar a los chicos haciéndoles sentir todo el apoyo tanto dentro como fuera del campo de juego, como bien se logró en otras ocasiones de la no siempre perfecta historia del club.

Las opiniones expresadas en este artículo son de la autora y no necesariamente reflejan el punto de vista de Manchester United.