Un amor para nada agridulce

Para quienes no conozcan al protagonista de este artículo, el inglés fue el cantante principal del conjunto de rock alternativo The Verve, muy popular en los noventa gracias al hit “Bitter Sweet Symphony”.

Asimismo, desarrolló una carrera como solista y grabó varios discos tras la disolución de la banda, entre los que se encuentran “These People” (2016) y “Natural Rebel” (2018), como dos de los más recientes.

Pese a su implacable carrera en el mundo de la música, Ashcroft no solo es reconocido por sus letras, sino por su amor por Manchester United, un club que lo acompañó desde que era solo un niño.

En una nota para la revista Inside United, que salió a la luz allá por diciembre de 2018, el cantante recordó cómo empezó su vínculo con el equipo, cuál fue su primer partido y quién es su jugador favorito.

— Richard, antes que nada, ¿por qué Manchester United?

— Esa es una buena pregunta. Vengo de un barrio que estaba muy cerca de Skelmersdale, una nueva localidad que se había formado cerca del condado de Merseyside. Era una zona mixta, ya que en el colegio estaba lleno de hinchas de Manchester United, Liverpool y Everton. Cuando tenía 10 u 11 años, una familia que solía ir a la cancha con bastante regularidad me llevó a ver mi primer partido a Old Trafford, y creo que allí fue cuando comenzó todo.

— ¿Qué recuerdas de aquel primer partido?

— El momento en que vi las tribunas y el verde del césped por primera vez fue todo un cliché. Cuando empecé a ir a Old Trafford recuerdo que Ron Atkinson era el entrenador, y siempre nos quedábamos a un paso del campeonato, pero la hinchada era asombrosa. Stretford End estaba repleto. ¡Qué días aquellos! Cuando se formó The Verve me perdí muchos partidos de la “época dorada” del club, pero estuve presente en los momentos más estériles. En ese entonces, el Teatro de los Sueños albergaba un ruido ensordecedor. ¿Sabes lo que era ir a la cancha en esos tiempos? Uno se sentía parte de un linaje, porque se topaba con jugadores viejos y gente que realmente estaba ligada a la institución.

— ¿Por qué George Best es tu jugador favorito?

— Best hizo este deporte mucho más artístico. El fútbol, la música y el arte siempre combinaron. Muhammad Ali le aportó lo mismo al boxeo, pero George lo llevó al siguiente nivel. Lamentablemente, creo que terminó convirtiéndose en víctima de la presión y sus demonios internos, pero logró trascender como jugador. Gracias a su juventud y audacia, pienso que encarnó el espíritu de Sir Matt Busby y Manchester United durante aquel período de renacimiento después de Munich.

— En cierto punto, ¿crees que la actuación de un futbolista en el campo de juego es similar a la de un músico en el escenario?

— En el escenario suelo verme muy parecido a George. Prefiero no ser consciente de lo que estoy haciendo durante un concierto, ya que es allí cuando puedo meterme en la música y disfrutar del momento, tal y como lo hacía él en el campo de juego. Recuerdo un partido ante Chelsea por Copa de la Liga en Old Trafford (1970). La cancha estaba embarrada, pero a Best no le importó. Como nadie lo podía derribar, se pasó a todos y marcó un gol exquisito frente a Stretford End. Tenía un balance y una capacidad de movimiento impresionantes. Cuando la pelota llegó al fondo de la red, se arrodilló ante el público para apreciar el momento. En la música, uno busca sentir exactamente lo mismo. Creo que mi música es real, al igual que la de Stone Roses. Y la historia de George también lo es. Por desgracia, no tuvo el mejor final. Fue la primera gran superestrella del fútbol. Pero, en ese entonces, no era fácil proteger su genio.

No caben dudas de que Ashcroft es todo un apasionado por el club, no solo por todas las veces que fue a alentar al equipo antes de convertirse en músico, sino por su forma de hablar sobre Manchester United, sus valores y su tradición.

Pese a que las décadas post Munich hayan contenido un simbolismo difícil de encontrar en la actualidad, los libros de historia y el atractivo de esta hermosa institución continuaron cautivando a las nuevas generaciones de artistas locales, como Liam Fray (The Courteeners) y Tom Grennan, que optaron por seguir el camino de Richard y vestir los colores de los Red Devils tanto arriba como abajo del escenario.

Las opiniones expresadas en este artículo son de la autora y no necesariamente reflejan el punto de vista de Manchester United.