Fellaini.

La crónica: United 1 Young Boys 0

martes 27 noviembre 2018 22:01

Marouane Fellaini marcó el gol de la victoria en los últimos compases del encuentro de la Champions League y envió al United a los octavos de final a falta de un partido por disputar.

Los Rojos derrotaron al Young Boys por la mínima diferencia gracias al belga, cuando todo indicaba que el último compromiso del Grupo H, la visita al Valencia, sería el duelo decisivo. La Juventus venció al conjunto español en Turín, y el equipo de José Mourinho se estaba quedando sin tiempo para evitar ese tenso desenlace en diciembre, cuando Fellaini irrumpió en la escena y anotó el solitario gol enfrente del Stretford End.

En la conferencia de prensa previa al partido, Mourinho suplicó a su equipo que fuera «proactivo» en lugar de reactivo y armó un once titular renovado con jugadores «rápidos» que pudieran cumplir con el cometido. El equipo respondió positivamente al mensaje y al entusiasmo del entrenador en el área técnica. Era un United de aspecto mucho más brillante, muy distinto al que ofreció la letárgica actuación contra el Crystal Palace.

La presencia de Fred en el mediocampo y la idea de que Marcus Rashford desempeñara el papel de delantero principal, les dieron a los Rojos un aspecto enérgico y positivo que rindió frutos casi al instante.

A los cinco minutos, un balón de Luke Shaw cayó fortuitamente en el camino de Rashford. El joven jugador de Mánchester dio tremendo susto a la ruidosa afición visitante, vestida de amarillo, cuando mandó un tiro bombeado por encima de la portería. Fred siguió con una punzante zurda que pasó rozando el travesaño.

Sin embargo, la mayor preocupación seguía siendo que el United no conseguía abrir el marcador.
El ritmo de Rashford seguía siendo un dolor de cabeza para los suizos, ya que tuvo la mayoría de las oportunidades frente al arco rival.

Incluso fue capaz de hacer que el Young Boys retrocediera, provocando todo tipo de caos, pero cuando el esférico finalmente fue a parar a los pies de Fred, este sacó otro tiro que se perdió por un costado.

Antes del partido, el técnico había dejado las cosas muy claras: si alguien en su equipo sentía que la presión de jugar en el Old Trafford era demasiado grande, que se quedara en casa a ver el partido por televisión. Sin embargo, durante la primera mitad, no hubo señal alguna de que la presión estuviera avasallando a los jugadores, pese a que no hayan ganado ninguno de sus encuentros de Champions League enfrente de sus propios hinchas en lo que va de la temporada; lo único que ahora brillaba por su ausencia, era el gol.

Hubo momentos en que la tensión se hizo palpable en el estadio, sobre todo cuando el Young Boys se fue al contraataque un par de veces.
Marcus Rashford fue el hombre del United que causó el mayor peligro en el ataque.
El United podría haber acabado con el sufrimiento de la hinchada en los primeros minutos de la segunda mitad, cuando un disparo de Anthony Martial importunó al arquero del Young Boys, David von Ballmoos, quien tuvo problemas para despejar el esférico fuera de peligro. La pelota cayó perfectamente para Marouane Fellaini, este jaló el gatillo, pero no pudo dar en el blanco y su disparo acabó en las gradas del Stretford End.

Mourinho se dio cuenta de que necesitaba mandar a la batalla a la artillería pesada, con la intención de vencer a Ballmoos y compañía. En el minuto 64, saltaron a la cancha desde el banco de suplentes, Romelu Lukaku y Paul Pogba, el primero para sustituir a Jesse Lingard, y, el segundo, a Fred. Pogba de inmediato tuvo un impacto. Le sirvió a Rashford un pase en charola de plata, sin embargo, el joven delantero no logró concretar, la pelota pasó angustiosamente cerca de uno de los postes y se perdió en las tribunas.

En varias ocasiones, los suizos ejecutaron velocísimos contraataques, causando verdadera angustia en los anfitriones. En cada una de ellas, los hinchas vestidos de amarillo, al oler sangre, se levantaron emocionados de sus asientos  agitando furiosamente sus pañuelos en señal de apoyo.

En el minuto 70, David de Gea se vio obligado a realizar una salvada verdaderamente espectacular, haciendo, como siempre, gala de sus extraordinarios reflejos. Evitó así que los seguidores del Young Boys pudieran celebrar el gol que tanto ansiaban. Poco después, un venenoso tiro libre por parte de los visitantes causó otro susto a los hinchas locales.

El United respondió de inmediato: el suplente Lukaku soltó un sensacional testarazo que, lamentablemente, se fue desviado. El tiempo corría implacablemente y el gol de la clasificación seguía brillando por su ausencia.
La ansiedad crecía en el Old Trafford, ya que Old Trafford temía que un nuevo empate en casa llevara al equipo a un último partido a domicilio en España contra el Valencia para determinar su destino en el Grupo H.

Sin embargo, cuando los Rojos se estaban quedando sin esperanza, Marouane Fellaini venció al cancerbero suizo con un testarazo, tras un servicio preciso de Lukaku.

Mourinho casi se vuelve loco de alegría. Tomó un portabotellas de agua que se encontraba a su lado y lo aventó al césped, salpicando a todos los que se encontraban cerca, entre ellos los hinchas. Pero nadie tuvo nada que objetar, porque el equipo había cumplido con su misión.
Mouriho abraza a Fellaini, autor del gol decisivo.
United: De Gea, Valencia © (Mata 72), Smalling, Jones, Shaw, Matic, Fellaini, Fred (Pogba 64), Lingard (Lukaku 64), Martial, Rashford

Suplentes: Romero, Bailly, Andreas, McTominay 

Tarjeta amarilla: Matic

Young Boys: von Ballmoos, Mbabu, Camara, Von Bergen (García 45), Benita, Sulejmani, Sow, Lauper, Aebischer, Assale, Nsame (Moume Ngamaleu 82)

Suplentes: Wolfli, Bertone, Fassnacht, Schick, Seydoux

Tarjetas amarillas: Camara, Benito