El ascenso de Anthony Martial

Como parte de su plan de reconstrucción a futuro, Ole Gunnar Solskjaer utilizó el último mercado de pases de verano para incorporar tres refuerzos muy necesarios al plantel, según sus posiciones en el campo de juego: Daniel James, Aaron Wan-Bissaka y Harry Maguire.

Pese a su enorme acierto, el noruego no pudo adquirir otro hombre para cubrir la reciente salida de Romelu Lukaku, por lo que muchos se plantearon los inconvenientes que esta ausencia podría traer en ataque, teniendo en cuenta que el equipo solo contaba con dos delanteros de peso: Anthony Martial y Marcus Rashford.

Aunque sabía de la necesidad de ampliar sus filas, Ole decidió confiar en los suyos, especialmente en el juvenil Mason Greenwood, que terminó convirtiendo nada más ni nada menos que 12 goles por todas las competiciones.

De todas formas, entre agosto y fines de octubre, Manchester United tuvo problemas para doblegar a sus rivales y meter más de un gol por partido. Debido a esto, no pudo obtener los resultados esperados por Premier League, donde cayó ante Crystal Palace y empató ante Wolverhampton Wanderers.

“Todo se trata de conseguir buenos resultados, empezar a ganar partidos y meter goles, que es lo principal. Necesitamos crear más situaciones de peligro, ya que en defensa creo que estamos mucho más sólidos”, declaró Solskjaer allá por mediados de octubre.

Este contratiempo era real. Los Red Devils necesitaban encontrar el fondo de la red con mayor frecuencia y “tomar más riesgos” arriba, según las propias palabras del entrenador. El ideal del noruego siempre había sido mantener el ADN del club para que sus dirigidos lograran hacer el click a tiempo y jugar al fútbol que tanto les gusta a los hinchas.

Afortunadamente, los delanteros empezaron a renacer y, gracias al apoyo del resto de sus compañeros, no tardaron en dar vuelta la página, rompiendo con el difícil momento que estaban atravesando.

El primero en sobresalir fue Rashford, que no solo aportó goles importantes, sino que se quedó con los premios a mejor jugador de noviembre y diciembre.

No obstante, otro que se distinguió fue Martial, un pilar importante del ataque de Manchester United. El francés fue de menos a más, pero terminó apareciendo en los momentos más cruciales del equipo.

Pese a haberles convertido a Chelsea y Wolves en agosto, su buena racha inició prácticamente al mismo tiempo que la del inglés, ya que ambos hallaron la manera de potenciarse mutuamente en beneficio del grupo.

Sus correctas presentaciones ante Partizán de Belgrado y Norwich City lo fueron conduciendo poco a poco por el buen camino, dejando atrás la lesión que le había impedido jugar en todo el mes de septiembre.

Tras romperla ante Manchester City en el primer clásico de la temporada, Martial tuvo que ponerse el ataque al hombro de mediados de enero en adelante como consecuencia de la grave lesión de Rashford. Por ende, aunque el equipo haya arrancado el año con el pie izquierdo, el francés volvió a aparecer para aportar su calidad en las victorias ante Tranmere Rovers, Chelsea, Brujas, Watford y Manchester City.

Ciertamente, la incorporación de Bruno Fernandés le dio una mano enorme en ofensiva, donde pudo encontrar a su compañero y asistidor ideal. Asimismo, la llegada de Odion Ighalo le permitió recargar sus baterías en determinadas oportunidades. Sin embargo, no quedan dudas de que Anthony llevó su juego a otro nivel, mejorando el promedio de gol del equipo, que pasó de convertir de a uno a mínimo tres por partido.

“Llegué a entender que convertir goles puede transformarse en una obsesión. Y está perfecto, porque ser delantero se trata de eso. No es una opción, es como debe ser”, confesó Martial allá por noviembre.

Pese a sus altibajos, el francés tiene la calidad necesaria para ser jugador de Manchester United, y seguramente lo seguirá demostrando con el correr de los años.

Las opiniones expresadas en este artículo son de la autora y no necesariamente reflejan el punto de vista de Manchester United.