Goleando con humildad y orgullo

Esta noche, los dirigidos por Ole Gunnar Solskjaer tenían un nuevo compromiso por cumplir en el popular Pride Park, un estadio anteriormente visitado bajo el marco de este mismo torneo.

En temporadas pasadas, los Red Devils lograron imponerse con comodidad ante el dueño de casa y asegurarse un lugar en la siguiente instancia de la copa. Sin embargo, todos sabían que esta vez sería diferente, no solo por la presencia del eterno Wayne Rooney, sino por la convicción del rival, que no quería perderse la oportunidad de dar el golpe para colarse en cuartos y ponerse a la par de siete equipos de primera división.

Por ende, los chicos estaban al tanto de que no podían tomarse este choque a la ligera…

En el primer tiempo, Derby salió a presionar con convicción para tratar de generar cierta incomodidad desde el minuto uno.

Pese a no producir una gran cantidad de llegadas de peligro, los locales se las ingeniaron para dificultarle la tarea a Sergio Romero, que se vio exigido en dos oportunidades. En la segunda tuvo que atajarle un tiro libre nada más ni nada menos que a Rooney, pero luego se mantuvo firme y tranquilo bajo los tres palos.

Más tarde, Manchester United no dudó en meterse verdaderamente en partido con el afán de exhibir todo su fútbol y hacer lo posible para ponerse arriba en el marcador.

Con la idea de detener este molesto avance del conjunto de Pride Park, los chicos de Solskjaer comenzaron a ejercer un poco de presión sobre el sector izquierdo. Afortunadamente, una serie de carambolas derivó en la zurda de Luke Shaw, que no titubeó demasiado a la hora de patear al arco. Con algo de suerte, la pelota rozó la espalda de Jesse Lingard y terminó en el fondo de la red.

Este 1-0 parcial llenó de confianza a los visitantes, que se agrandaron gracias al buen manejo de jugadores como Bruno Fernandes y Juan Mata. Por consiguiente, no tardaron mucho en extender la ventaja.

Cuando solo restaban cuatro minutos para el entretiempo, Odion Ighalo recibió un pase a la altura del punto del penal, le puso el cuerpo a los defensores pese a encontrarse frente a la línea de gol y marcó el 2-0 con una autoridad para aplaudir. Sin dudas, el delantero que este equipo estaba necesitando.

La llegada del complemento realzó a Derby, que intentó reacomodarse en la cancha para no sufrir una goleada. Sin embargo, los dirigidos por Philip Cocu no pudieron mantenerse de pie por tanto tiempo.

La supremacía de los Red Devils terminó de consolidarse definitivamente con el 3-0 final de Ighalo, que cerró una noche para el recuerdo con un doblete en su debut por FA Cup.

Pese a toda la especulación que se tornó en base al reencuentro con Rooney y la mala onda de algunos que querían ver triunfar al inglés en vez de a su club, los chicos cumplieron con un nuevo desafío y se metieron en cuartos de final del torneo más antiguo del mundo.

Ahora, Norwich City espera. Pero antes está el clásico del domingo, por supuesto.

Este es el camino, solo hay que tener paciencia y confiar en el DT, un hombre que no cuenta con la experiencia de otros entrenadores de renombre, pero se desvive por Manchester United y siempre va a hacer todo para verlo campeón.

Se viene un cierre de temporada clave, que puede traer más alegrías como la de esta noche…

Las opiniones expresadas en este artículo son de la autora y no necesariamente reflejan el punto de vista de Manchester United.