Las razones de un gran amor

Fue el 23 de abril de 2003, cuando los Reds recibieron al Real Madrid en Old Trafford, en partido de Champions League que contó con la presencia de cracks de la talla de Luis Figo, Zinedine Zidane y Raúl en las huestes merengues.

Sin embargo, hubo un jugador en particular que fascinó a Marcus - niño de apenas cinco años aquella noche.

"Ronaldo era uno de mis jugadores favoritos de mi niñez", recordó Rashford.

"Yo siempre lo veía en YouTube y ese tipo de cosas. Literalmente, la única razón por la cual mi hermano me llevó al partido era porque él estaba jugando.

"No me acuerdo en realidad del partido mismo. Sólo me acuerdo de las luces y del gran tamaño de Old Trafford, que estaba lleno de gente.

"Hubo tantos goles en ese partido, fue frenético".

A pesar de presenciar un partidazo con siete goles - que terminó 4-3 a favor del United, aunque el Madrid se impuso en el marcador global para avanzar en el torneo - la pasión de Marcus por el club se fortaleció gracias a la influencia de su familia.

"Fue mi primer partido", dijo Rashford. "Ya tenía un lazo con United por mi familia, era todo Man United en esa casa. Tras conocer Old Trafford, estaba todo resuelto. Yo sólo soñaba con jugar en ese club.

"Me encantaba todo el ambiente previo al partido, subirse a los buses y los trenes y ver a tantos hinchas. No era sólo el partido mismo lo que me atraía, era todo el ambiente previo y el hecho de que el club era una familia. Eso fue lo que inicialmente me atrajo al United.

"Una vez que me involucré con el club, ya era algo obvio: nos encajábamos bien.

"Entrené con otros clubes, pero la sensación no fue la misma. Por supuesto, disfrutaba jugando al fútbol, pero no era lo mismo que entrenar con United. Fue una decisión bastante fácil para mí".

Casi dos décadas después, Marcus es pieza clave del United que dirige Ole Gunnar Solskjaer, aunque reconoce que hasta el día de hoy se emociona antes de los partidos.

"Las sensaciones son las mismas, pero debo encontrar la manera de controlarlas - ¡Porque si no, me mostrarían demasiadas tarjetas rojas! A veces me emociono demasiado.

"Al inicio de mi carrera, los entrenadores dirán que hubo momentos ante Liverpool y City en los que tuvieron que sacarme del campo de juego, tuvieron que sustituirme porque yo antes me dejaba llevar por las emociones y hacía cosas que no tenían nada que ver con mi personalidad.

"Debo encontrar una manera de controlarlo, pero unirme al primer equipo a una edad tan joven y ver lo profesional que eran los jugadores, ellos me mostraron que hay que dejar eso de lado y ser un profesional en la cancha.

"Es lo que hago ahora. Hago cosas para sentirme relajado, para tranquilizarme. Y después me siento listo para jugar el partido".