Parte de nuestra historia, siempre

Cuando uno empieza a indagar y hacer eco de los hechos más relevantes de la vida de este club, la historia reciente probablemente aparezca primero. Los años de Sir Alex Ferguson, todos los títulos obtenidos en las últimas décadas, Eric Cantona y Wayne Rooney.

Sin embargo, el fanatismo muchas veces encuentra puertas maravillosas, que pueden darle lugar a sucesos pocas veces conocidos en profundidad.

De esta manera es como muchos llegan a los Busby Babes, un grupo de chicos que se armó de abajo y, gracias a la tutela de Sir Matt Busby y Jimmy Murphy, logró convertirse en el equipo más querido de todo el país.

Pero, ¿por qué sentir arraigo hacia unos muchachos que jugaban a la pelota hace tanto tiempo atrás? Fácil, porque son parte de la historia de esta institución, porque dejaron todo por la camiseta y perdieron la vida cuando estaban volviendo de un partido.

Cada uno de los ocho, Geoff Bent (25 años), Roger Byrne (28), Eddie Colman (21), Duncan Edwards (21), Mark Jones (24), David Pegg (22), Tommy Taylor (26) y Liam Whelan (22) se hicieron grandes desde la humildad y la inocencia. Sus edades los delatan. Solo querían desarrollar su fútbol y divertirse ante la mirada de la gente.

Su encanto y su juego los condujo por caminos inimaginables en sus inicios, ya que solo eran unos niños cuando se calzaron los botines por primera vez.

Por lo tanto, sus logros los hicieron todavía más gigantes, pero la modestia de sus espíritus los llevó a alcanzar la inmortalidad.

Gracias a esto, su legado todavía vive en los corazones de todos pese al paso de los años. Porque, aunque haya cambiado el siglo y el deporte haya sufrido modificaciones en varios aspectos, la llama de los Busby Babes jamás se extinguirá.

Todos ellos serán parte de nuestra historia, siempre.

Las opiniones expresadas en este artículo son de la autora y no necesariamente reflejan el punto de vista de Manchester United.